martes, 23 de noviembre de 2010

“Pozuzo: cultura mixta”
“Ubicado en Oxapampa, Pozuzo es un lugar único. Allí, los pobladores se muestran orgullosos no solo de su herencia europea, sino también de su cultura mixta, que combina su tradición con costumbres de los colonos que llegaron de pueblos vecinos”.


"Hemos vendido mal a Pozuzo. La gente cree que lo único que va a encontrar aquí son gringos, pero no es así. Ahora no somos austríacos ni alemanes, somos descendientes.
Felizmente, somos una cultura mixta. Eso hace de este un lugar especial, tenemos de las dos culturas. Aquí, por ejemplo, la gente todavía es puntual." Con esa contundencia Irma Ballesteros, vicepresidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de Pozuzo, muestra el orgullo por su tierra de origen. No le faltan motivos, la mezcla de culturas,        costumbres y tradiciones ha convertido a esta pequeña localidad de Pasco en algo más que un paraíso para "bricheros". Y es que si bien hace 151 años un grupo de austríacos y alemanes llegó a colonizar estas tierras, trasladando su idioma, hábitos y estilo de vida; hoy el paisaje ha cambiado. Se mantiene el estilo arquitectónico y aún se encuentra familias con apellidos de complicada pronunciación (pruebe decir Gstir, Böttger, Vogt
o Nössing), pero Pozuzo no es más una burbuja europea en medio de la Selva peruana. En los últimos 50 años ha habido un proceso de mestizaje, que, a decir de los pozucinos, ha concentrado a lo mejor de la cultura austríaca, alemana y peruana.

LA CONQUISTA DE LA SELVA
Esta historia empieza a mediados del siglo XIX, cuando una larga sequía preocupaba seriamente a los ganaderos europeos y los llevaba a contemplar nuevos horizontes. El entonces presidente del Perú, Ramón Castilla, acordó con el varón Von Schutzcholhausen (sí, también de apellido impronunciable) entregar tierras en la ceja de selva peruana para ser colonizadas por familias de Tirol (Austria) y Alemania. En 1857, un grupo de 300 colonos inició la travesía. Rodearon el continente por el sur e intentaron desembarcar en el Callao. Las autoridades locales quisieron ponerlos en cuarentena en la isla San Lorenzo (algo así como una venganza anticipada por las dificultades migratorias que un siglo después sufriría el Tercer Mundo), pero los viajeros consiguieron ingresar por Huacho.
33 meses después de haber iniciado el periplo, 160 colonos llegaron a Pozuzo. Los austríacos eligieron la zona norte y los alemanes el sur. Una vez instalados, un segundo barco partió de Europa hacia Pozuzo. A los nuevos inmigrantes les tomó solo dos meses y medio llegar. Durante un siglo, la precariedad de los caminos los mantuvo prácticamente aislados del resto del país. En las calles y las escuelas se hablaba el tirolés, las danzas y fiestas prácticamente no se modificaron y sus juegos parecían sacados de un programa de Telematch. Si bien se utilizó madera local, como la caoba, el tacho, el nogal, el ishpingo y el alcanfor para construir las casas; estas mantuvieron el estilo europeo.

EL PROCESO DE MESTIZAJE
Rosina Gstir Schmidt es una pozucina que conoce bien su tierra y su cultura. Ella ha podido observar los cambios por los que ha pasado Pozuzo desde la apertura de la carretera hacia Oxapampa a mediados del siglo pasado. "Hasta 1951 acá en Pozuzo se vivía como si estuviéramos en Austria. Por ejemplo, se criaba a las vacas en los establos y no se las dejaba pastear; se cortaba el pasto y se llevaba a la casa para darles de
comer." Su padre fue uno de los criadores que ante el auge de la ganadería propuso expandir los pastizales. Empezaron a utilizar campos de las alturas, pues ahí no llegaban insectos dañinos para sus animales. Estas nuevas necesidades ganaderas obligaron a traer gente de localidades cercanas. Desde Huánuco y Oxapampa llegaron trabajadores que rápidamente se encariñaron  con Pozuzo.
El cariño no fue motivado únicamente por la bonanza ganadera. "Las chicas y los chicos se enamoraron y se casaron", explica la señora Rosina. Austro-alemanes y peruanos empezaron así un proceso de mestizaje que se extiende hasta nuestros días.
Si bien los nuevos migrantes y sus tradiciones fueron bien recibidos, los pozucinos se preocuparon por no perder sus costumbres.
"Venían peones con nuevas ideas, se casaron y empezó el mestizaje. Las casas comenzaron a hacerse a su manera, tenían otras ideas de trabajo y de negocio; pero los colonos se preocuparon por no perder su cultura. El Gobierno de Austria empezó a apoyar con hospitales, con la Casa de la Cultura, el Museo Schafferer, la primera hidroeléctrica. Empezaron a mandar profesores de alemán y a promover los bailes típicos. Los pobladores de Pozuzo realizaron esfuerzos por no extinguir sus tradiciones", recuerda Irma Ballesteros.

AVENTURA Y NATURALEZA
La mezcla de culturas hizo de Pozuzo un lugar especial. Sin embargo, este no es el único atractivo de esta privilegiada tierra. La belleza paisajística y la amplia oferta de actividades de aventura lo colocan como uno de los principales destinos turísticos del país.     Uno de los mayores atractivos naturales de la zona es el gallito de las rocas. Esta ave parece compartir el sentido de la puntualidad de los pozucinos. Todos los días, a las 5:30 de la mañana y a las 3:00 de la tarde, este simpático ejemplar de color naranja se posa en los árboles y canta para atraer a las hembras. Para llegar hasta ellos hay que hacer una breve y agradable caminata por la selva. Además del ave representativa del Perú se puede encontrar otras especies como el coeche (páucar), el violinista, el garaco,
la lechuza, el toro pisco, el colibrí, el pájaro carpintero y el jornalero. Algunas de estas se pueden ver incluso revoloteando en los hospedajes del pueblo. Pozuzo también se caracteriza por su variedad de flores. Aquí se encuentran orquídeas especialmente bellas como los denominados zapatitos (Zapatito del Rey, Zapatito de la Reina y Zapatito de la Princesa). También se puede apreciar otras especies como la Ida, la Góngora, la Vainilla, la Aliconia y la Pasiflora. Como ve, Pozuzo no es solo un lunar gringo en el medio del
Perú. Esta tierra se ubica a 14 horas de Lima y ofrece una imperdible mezcla de culturas, aventura y naturaleza.


TURISMO VIVENCIAL

Otro atractivo que está explotando Pozuzo es el turismo vivencial. Existe una serie de casas-hospedaje que ofrecen al turista la posibilidad de vivir como un pozucino. Las jornadas empiezan temprano ordeñando las vacas, haciendo quesos, alimentando a los animales y compartiendo con las familias locales. Todo esto en medio de la calma característica de esta parte de la Selva. Pozuzo ofrece también vías para hacer caminatas diurnas y nocturnas, ciclismo de montaña y canotaje. Puentes coloniales, zonas de acampada y ríos para pesca completan la oferta.

"La mezcla de culturas hizo de Pozuzo un lugar  especial. Sin embargo, este no es el único atractivo de esta privilegiada tierra. la belleza paisajística y la amplia oferta de actividades de aventura lo colocan como uno de los principales destinos turísticos del país".

2 comentarios:

  1. pozuzo!!! selva!!! la selva es hermosaaaaaaaa si escojemos ir a machu picchu y la selva a veces dudariamos q escoger bueno machu picchu es a traves de la mano del hombre, pero la selva es natural pura creación !!!! q bueno q en tu blog fomentes el turismo pq viajar es bonito!!!

    ResponderEliminar